por Alejandro Anaya, texto, arte, fotos
Desde que nos mudamos de departamento, he dedicado una buena parte de mi tiempo a descubrir nuevas rutas para caminar al centro de San Miguel Allende. Es una experiencia diferente e interesante porque me permite descubrir caminos y paisajes de la ciudad que no conocía, y que, para un artista, también proveen una sana dosis de sorpresa e inspiración diaria.
El lunes me topé a Doug, un buen amigo, originario de Canadá que vive aquí los inviernos, y que es igual que yo de apasionado y loco por el dibujo con tinta y acuarela. Acordamos reunirnos en la terraza de la iglesia de la Santa Cruz para poder contar con una vista espectacular de San Miguel. La última vez que tuve la oportunidad de admirar esa vista es cuando me casé, e iba saliendo de la iglesia de la mano de mi esposa.
La Santa Cruz era un buen plan porque al hacer "sketching urbano", es ideal rodearse de imágenes que despierten la creatividad, que inviten a encontrar formas y figuras que solo notas si ajustas tus ojos para encontrar lo que normalmente pasa desapercibido, y, sobre todo, la pequeña capilla es un lugar pacífico que también facilita la reflexión. Al emprender la caminata rumbo al Chorro, que es donde se encuentra la pequeña iglesia, Google maps me indicó que podía tomar un atajo si bajaba por una callecita por la que nunca había pasado, y que desemboca justo en la entrada del patio del templo.
Al bajar las empinadas escaleras del camino, empecé a sentir la emoción de un viajero que descubre poco a poco una tierra desconocida, pero a unas cuadras de su casa. En el cielo volaban algunas garzas, enormes, blancas y majestuosas, como guardianes de un secreto bien guardado. En el camino también empecé a notar las formas de las ventanas de las casas que, de alguna manera parecen saludar a los caminantes con sus distintas formas de piedra y cantera, con angelitos en los marcos, alas, en algunos casos los nombres de las parejas que las habitan, y pensé: Las ventanas de San Miguel de Allende son las ventanas a la imaginación, cuando te asomas puedes encontrar un alebrije o una calavera, unos amigos riendo en un café o artesanías mexicanas que nos recuerdan los orígenes de la gente que habita este lugar.
Finalmente vi al buen Doug con café en mano y me indicó que la terraza de la iglesia estaba cerrada, pero que había otro espacio interesante en otra capilla a unos metros de ahí. En el camino, yo seguía absorto con las ventanas, que por alguna razón no había notado en los 4 años que llevo viviendo aquí. Las ventanas representan momentos, oportunidades, de ahí la expresión "ventana de oportunidad". Esos marcos de cantera rosa y tonos cafés que le dan su personalidad a San Miguel y que parecen observarnos cuando pasamos, se convirtieron en el tema de mi siguiente serie de dibujos. Al llegar a la Capilla de nuestra Santísima Virgen de los siete dolores, ya estaban las ventanas y nichos del pequeño templo esperando para embrujarme con la idea de los personajes que alguna vez pasaron por aquí, y los momentos que se han vivido a la sombra de estas estructuras.
La campana empezó a sonar y los perros de la colonia empezaron a contribuir a la sinfonía de la ciudad con sus ladridos. Con cada campanada las ventanas de la capilla me daban vueltas en la cabeza y me llegaban ideas de cómo incorporar esos elementos a mi obra, y cómo representarlas a través de mi visión, mis rostros, mis manchas de acuarela, tinta y carboncillo. Al terminar la mañana, me despedí de Doug y partimos cada uno por su camino contentos porque había sido un día productivo. Las ventanas para mi ahora representaban los umbrales que constantemente cruzamos de lo conocido a lo desconocido, de lo normal a lo extraordinario, sólo tenemos que atrevernos, a asomarnos dentro o fuera para ver que hay ahí.
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Alejandro Anaya es artista visual y escritor, originario de Torreón que, desde hace casi cuatro años convive y participa activamente en la comunidad Sanmiguelense. Su colaboración en Lokkal es parte de su filosofía como contador de historias, y su compromiso de compartir sus descubrimientos y reflexiones sobre esta hermosa parte de México, con todos los que busquen vivir una experiencia única en San Miguel de Allende.
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