por José Luis Mendoza

Estamos entrando de lleno a nuestro mes patrio, tiempos de reuniones, fiestas, celebraciones y un montón de eventos matizados por nuestra mexicanidad. Ya se ven las banderitas tricolores, los sombreros, pitos y flautas, camisetas, bufandas, bigotes de peluche y un sinnúmero de artículos, la mayoría chinos, que nos recuerdan que somos patriotas o cuando menos una vez al año. ¡¡Viva México cabrones!!!!

En lo particular, yo creo que ser buen patriota es ser buen ciudadano primero, y para ser un buen ciudadano hay que ser un buen ser humano. En todo momento, en todo lugar y a cualquier hora del día o de la noche. Cuidar y preocuparme por mi patria es cuidar y preocuparme por mi mundo, por mi sociedad, por mis compañeros de vida, por mi familia y las familias de mis semejantes, en fin, este tema tendré que ampliarlo en otra ocasión…

Nuestro San Mike se viste de tres colores y tres luces; verde, blanco y colorado, los restaurantes y bares, cafés, tiendas, casas y edificios, etcétera, se preparan a fondo para recibir a una bulliciosa multitud de visitantes mexicanos y extranjeros con ganas de celebrar de lleno nuestra máxima fiesta patria, junto con habitantes locales.

Y… Por todos lados aparece un invitado infalible y muchas veces incómodo; El señor Don Alcohol. Dondequiera se ven personas con su cerveza o su trago en la mano, unos ya coloraditos, otros de plano medio mareados, alegres cantando con los mariachis en el jardín, todos por igual, encopetadas damas citadinas, bigotones trajeados, jóvenes (Hombres y mujeres) desbordando tatuajes, morenos, rubios, blancos, pintos, nacionales o extranjeros, todos dando rienda suelta a esta alegría patriótica que nos inunda una vez al año.

Todo es camaradería y diversión, pero este multi-invitado personaje, Don Alcohol, no trata a todos por igual… No que va!, Siempre se encarga de tomar a muchos por el cuello y mostrarles los abismos del infierno, se despierta muy temprano a cobrar sus facturas, o a veces ni duerme, ¿Qué me pasó?, ¿En dónde estoy?, ¿Porque dije o hice eso?, Dios mío!!! Bebí otra vez… Temor, miedo, llanto, angustia, temblores o malestares estomacales que no parecen terminar. Si, este señor no trata a todos por igual, es muy cruel con algunos…

El alcohol ha sido desde comienzos de la humanidad un elemento que ha servido para calentar los corazones de amigos y camaradas, un ingrediente para acercamientos místicos y shamánicos, un dador de alegría, amor y valor social, pero siempre ha sido muy injusto, pues mientras a unos los trata bien, a muchos otros los revuelca en el dolor, la angustia y la desesperación, a muchos los arrastra del cuello hasta la tumba, destruyendo implacable a su familia, a su espíritu, su moral, su economía y su cuerpo físico..

La Organización Mundial de la Salud, así como la mayoría de las instituciones de salud del mundo, incluyendo IMSS e ISSTE, consideran el alcoholismo una enfermedad, un padecimiento incurable, progresivo y mortal por necesidad, no un vicio, aunque es fuertemente adictivo, no es simplemente un vicio y el enfermo alcohólico es totalmente incapaz de lograr la sobriedad total, física, espiritual y moral. Entonces ¿Qué hacer? A dónde acudir? ¿A quién consultar?

Pues existe una organización mundial que ha demostrado a través de los años, específicamente desde 1935, que miles de enfermos alcohólicos se han recuperado satisfactoriamente. Alcohólicos Anónimos, en 2018 se hallaba presente en más de 180 países, constaba de 120.300 grupos y reunía cerca de 2,1 millones de miembros. AA es una comunidad internacional de ayuda mutua conformada por alcohólicos en recuperación de la enfermedad del alcoholismo, fundada en por William Griffith Wilson conocido como Bill W y Robert Holbrook Smith como el Dr. Bob. Su trataminto se basa en un programa de 12 pasos diseñado para ayudar a las personas a recuperarse del alcoholismo. Aunque no tiene afiliación religiosa o política, su enfoque espiritual ha sido una fuente de fortaleza para muchos.

El impacto de AA en la sociedad es innegable. Proporciona un entorno seguro y de apoyo donde las personas pueden compartir sus luchas y experiencias sin juicio. La comunidad de AA ha ayudado a innumerables alcohólicos a encontrar una red de personas que comprenden su dolor y sus desafíos. Esto, a su vez, ha contribuido a la reconstrucción de relaciones familiares rotas y ha restaurado la estabilidad en los hogares.

El alcoholismo ha afectado profundamente a la sociedad en términos de salud, relaciones, economía y seguridad pública. Sin embargo, Alcohólicos Anónimos ha demostrado ser un recurso invaluable en la lucha contra esta enfermedad. Proporciona una comunidad de apoyo que ha ayudado a innumerables personas a recuperarse y reconstruir sus vidas.

Si bien el alcoholismo seguirá siendo un desafío, la existencia de Alcohólicos Anónimos ofrece esperanza y un camino hacia la recuperación para aquellos que buscan una vida libre del flagelo martirizante del alcoholismo. Si tú eres uno de los que tomó el alcohol por el cuello, date una oportunidad, acércate a un grupo de AA, nunca te arrepentirás.

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José Luis Mendoza Aubert:

Actor, director y técnico teatral. Maestro y escritor de Teatro y Artes Plásticas. Fundador y director de la compañía y escuela de teatro la Comedia del Universo, funcionando en San Miguel durante los últimos 20 años. Musicólogo y cinéfilo, juez del Festival de cine En Corto ahora GIFF por 8 años. Director de Arte y Cultura de la Biblioteca Pública por 15 años. Miembro del Consejo de Directores del Sindicato Centro Cultural Comunitario. Da pláticas y talleres de conciencia del medio ambiente en escuelas y comunidades. Miembro fundador del Colectivo Allende la Cultura. Toca música Veracruzana y escribe poesía. Miembro fundador del grupo de música Jarocha "Soledad".

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