He sido maestra en la escuela Árbol de Vida Waldorf, en San Miguel de Allende durante 10 años. Cada día que llego a la escuela, mi alma se expande, se abre. Estoy embelesada por el amor y la dedicación que mora en nuestra escuela.
A lo largo de 25 años han pasado muchas generaciones, no solo de estudiantes, sino también de profesores y formas de organización comunitaria.
La escuela, originalmente llamada Los Charcos, se remonta a 1998 y su fundadora es Jayne Marie Rager. Ella, impulsó su sueño y dio los primeros pasos para iniciar esta gran aventura de una escuela basada en la pedagogía Waldorf.
El nombre de la comunidad cambia a Árbol de Vida, en agosto de 2012.
Los años han estado llenos de historias, algunas muy buenas y otras desafiantes. Tal es el ser que vive en nuestros corazones y en una zona de tierra tranquila y aislada a diez minutos de la ciudad, donde padres y maestros llenos de entusiasmo trabajan juntos para crear un mundo mejor con adultos amorosos conscientes de su entorno. Con esta convicción y esta fuerza avanzamos.
Una de las cualidades maravillosas que más me conmueven es la diversidad de niños en nuestra comunidad. Nuestros estudiantes, junto con sus padres vienen de todas partes del mundo, y de todos los ámbitos de la vida. Hay una gama similar de profesores, algunos provienen de esta región otros, del norte o sur de México, algunos otros que vienen de Estados Unidos, Chile, Argentina, España, y todos con el mismo sueño de educar con amor.
Personalmente, cuando descubrí la educación Waldorf, supe que había encontrado algo que me faltaba en mi propia infancia. Desde entonces, mi percepción de la educación cambió radicalmente. Dejó de ser solo una formalidad y se convirtió en un camino hacia el desarrollo integral de Ser Humano.
La filosofía de Rudolf Steiner, quien creó las bases de la pedagogía Waldorf en 1919, se fundamenta en la antroposofía, que enfatiza la libertad y la creatividad como pilares para formar adultos altruistas y de libre pensamiento. Este enfoque desafía enormemente a los maestros de Waldorf, especialmente cuando buscamos entender la mejor manera de abordar las necesidades de los niños en un mundo cada vez más centrado en la tecnología y la parte académica-intelectual de forma prematura.
Pero los maestros no somos los únicos en abordar los desafíos de la escuela. Los padres juegan un papel importante en llevar la educación Waldorf a buen término. El apoyo en todas las áreas, como el mantenimiento del campus, la construcción, el voluntariado, festivales, etc., es esencial. El trabajo de nuestro personal administrativo y de mantenimiento también es crucial. Hemos aprendido que todos estamos juntos en esto y que todos somos la comunidas educativa.
El miércoles 24 de abril, en la magnífica Casa Angelitos, estaremos organizando un hermoso evento, Música Bajo la Luna Llena. Será una oportunidad encantadora para disfrutar y apoyar la magia de la Escuela Waldorf Árbol de Vida.
Artistas intérpretes:
- Miguel Omaña tocando la guitarra clásica
- Trío flamenco Medina Laqant
- DJ Fernando González AKA El señor tocando música electrónica
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Veronica Genta desarrolló una extensa relación con personas de la cultura indígena mapuche de Chile. Los mapuches le permitieron acceder al conocimiento de su cosmovisión a través del estudio del arte textil y la práctica con plantas medicinales.
Tiene formación y experiencia en el campo del teatro, tanto en el Teatro de los Sentidos (España) como integrante del Colectivo Artístico Rumel Mülen (Chile).