He aquí una pregunta demasiado frecuente: ¿cómo pudo el hijo de un fabricante de guantes de clase media, de un pueblo de unos dos mil habitantes, que nunca asistió a una universidad, convertirse en el más grande escritor en lengua inglesa? Estos hechos relativos a William Shakespeare han dado lugar a insistentes (y francamente estúpidas) teorías sobre la posibilidad de que otra persona escribiera sus obras; estúpidas porque esas teorías no tienen en cuenta la propia naturaleza del genio.
Lo mismo podría decirse de Johann Sebastian Bach (1685-1750). La música de J.S. Bach se publicó muy poco durante su vida. Un hecho notable distingue a Bach de todos los demás compositores occidentales importantes, desde el siglo XVI hasta el XX, desde Palestrina hasta Stravinsky: nunca vivió ni trabajó en una capital o centro musical internacional, como París, Viena, Londres, Roma o Berlín. Bach trabajó como asalariado en tres ciudades alemanas de escasa importancia musical en aquella época: Weimar, Köthen y Leipzig. Como esas ciudades no tenían teatros de ópera ni mucho menos presupuesto musical, Bach no pudo alcanzar la fama internacional en vida, a diferencia de George Frideric Handel, nacido el mismo año que Bach, que produjo una ópera de éxito tras otra en Londres, su patria adoptiva. En palabras del pianista y profesor de música Charles Rosen: "La falta de un teatro de ópera era un desastre en aquella época para un compositor con pretensiones".
Eric Bosgraaf *
Hasta su muerte, Bach fue conocido sobre todo como virtuoso del teclado, tanto en el órgano como en el clavicémbalo. (Casi al final de su vida, Bach fue invitado a probar un invento relativamente nuevo: el piano. No le gustó). En 1717, su último año en Weimar, Bach viajó a Dresde para competir en un concurso de teclado organizado contra Louis Marchand, el mejor clavecinista de Francia, que actuaba en la corte parisina del rey Luis XV. La mañana del concurso, el fanfarrón Marchand, al darse cuenta de que iba a sufrir una humillante derrota, perdió los nervios y huyó de vuelta a París en la primera diligencia disponible.
Carlos Aransay, conductor *
Los historiadores de la música sitúan el "renacimiento de Bach" -el descubrimiento largamente aplazado de la grandeza del compositor- el 11 de marzo de 1829, casi ochenta años después de la muerte de Bach. Ese fue el día en que Felix Mendelssohn dirigió una interpretación de la Pasión de San Mateo de Bach ante un público atónito en Berlín, y "atónito" no es una exageración. El difunto James Levine me dijo, en una entrevista de 1994, que cuando escuchó la Pasión por primera vez, "caminó como un zombi durante una semana". La única maravilla del Renacimiento de Bach es que haya tardado tanto.
Junto con la Pasión de San Mateo, la otra obra coral de Bach que puede producir el mismo efecto de asombro y maravilla es la Misa en si menor, terminada en 1749, el año anterior a la muerte de Bach. Teniendo en cuenta la sublime unidad y la fuerza emocional de la Misa, cabría suponer que Bach escribió la obra en un arrebato concentrado de inspiración divina, del mismo modo que Haendel compuso su oratorio El Mesías en menos de un mes en 1741. Por el contrario, Bach trabajó en su Misa de forma intermitente durante más de una década y media, literalmente en su tiempo libre. La unidad global de la obra es aún más notable si se tiene en cuenta que una buena parte de ella es reciclada de la vasta producción de cantatas sacras de Bach, junto con otro material compuesto previamente.
Eunice Padilla *
La Misa se abre con una premonitoria fuga a cinco voces, el comienzo de un viaje musical que recorrerá toda la gama de emociones, desde la desesperación hasta el éxtasis. El movimiento "Crucifixus", por ejemplo, que tiene su origen en una cantata que Bach compuso en Weimar en 1714, representa la muerte y el sufrimiento de Cristo de una manera casi programática. Se ha sugerido que las negras graves del bajo representan el clavar de los clavos en la cruz. Al movimiento le sigue inmediatamente el "Resurrexit", un estallido de júbilo que se prolonga página tras página y que recuerda el estilo concerto grosso de los llamados Conciertos de Brandemburgo de Bach.
Digo "llamados" porque Bach dedicó los seis concerti grossi a Christian Ludwig, marqués de Brandeburgo, hermano del rey Federico Guillermo I de Prusia, con la esperanza de que las obras pudieran interpretarse en la corte prusiana. Resultó que el marqués nunca pagó a Bach un céntimo por las composiciones y probablemente nunca las oyó tocar. El público de hoy sólo puede compadecerse del marqués por su mal juicio: los conciertos, para grupos de solistas con orquesta, figuran entre las composiciones más populares de Bach. No hay dos iguales, salvo en exuberancia y virtuosismo. (El solo de trompeta, peligrosamente alto, del Concierto de Brandemburgo nº 2 en fa mayor inspiró a Paul McCartney para componer el solo de trompeta de "Penny Lane", y contrató a un trompetista de Bach para que lo tocara).
Los Conciertos de Brandemburgo y la Misa en si menor son las obras que abren (3 de julio) y cierran (7 de julio) el Festival Bach Guanajuato de este año. Fundado en 2019, el festival es una celebración anual únicamente de la música de J.S. Bach, un evento sin igual en México. Creado por el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato (IEC) a iniciativa del maestro Gijsbertus de Graaf, director artístico honorario desde su fundación, el festival cuenta con el apoyo del IEC, sin olvidar un público devoto de amantes de la música que ha abrazado el festival a través de cinco ediciones anteriores.
El festival de este año cuenta con la participación de destacados intérpretes nacionales e internacionales. Los integrantes del Bach Consort Guanajuato, orquesta creada en 2019 específicamente para el festival, son artistas de alto calibre técnico e interpretativo, dedicados por completo al vasto catálogo de obras de J.S. Bach. Para los Conciertos de Brandemburgo, estarán dirigidos por el holandés Erik Bosgraaf, quien ha dirigido importantes orquestas en todo el mundo. En 2011 Bosgraaf recibió el Nederlandse Muziekprijs, el premio de música clásica más importante de los Países Bajos.
The Madrigal Choir of Bellas Artes, Bach Consort Guanajuato, Carlos Aransay, conductor *
La Misa en si menor contará con la participación del Bach Consort y el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, coro fundado en 1938. El Coro ha realizado conciertos por todo México y en ciudades de Estados Unidos, España y Perú. El director de la Misa, Carlos Aransay, ha dirigido la Orquesta Sinfónica de Londres y las orquestas nacionales de Perú y Cuba, entre otras. Como director de coro, Aransay fundó el Coro Lírico de Londres en 2009. Graba para EMI Classics y Naxos.
Los tres conciertos intermedios son presentaciones de música de cámara con solistas de excepción. El 4 de julio, el virtuoso del clavicémbalo Raúl Moncada ofrecerá un programa con algunas de las obras para teclado más queridas de Bach, como la Suite francesa n.º 1 en re menor y la Partita n.º 1 en si bemol mayor. Durante dos veladas, los días 5 y 6 de julio, Viktoria Horti y la clavecinista Eunice Padilla interpretarán las seis Sonatas para violín y clave de Bach, que figuran entre las mejores obras que Bach escribió, según la valoración de su hijo Carl Philipp Emanuel, también compositor.
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Festival Bach
Teatro Juárez, Guanajuato
miércoles-sábado, 3-7 de julio
boletos: www.boletocity.com
Todos los conciertos son a las 8pm, excepto la Misa, una función matinal del domingo a la 1pm. Los precios de las entradas oscilan entre 100 y 300 pesos para todos los asientos reservados, y pueden adquirirse en la taquilla del teatro (cerrada lunes y martes) o en línea en www.boletocity.com.
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Fredric Dannen es periodista y escritor especializado en justicia penal. Ha colaborado con el New Yorker y Vanity Fair.
En 1990, Hit Men, su libro sobre la industria musical estadounidense y la influencia del crimen organizado, estuvo un mes en la lista de los más vendidos del New York Times. El libro ocupa el nº 2 en la lista de Billboard de los 100 mejores libros de música de todos los tiempos.. Uno de sus artículos en Vanity Fair llevó al Tribunal de Apelación del Sexto Circuito a reprender al Departamento de Justicia de EE.UU. por ocultar fraudulentamente pruebas exculpatorias en el caso del trabajador automovilístico de Cleveland John Demjanjuk, extraditado, condenado erróneamente y sentenciado a la horca en Israel como el criminal de guerra nazi "Iván el Terrible". Consiguió la única entrevista concedida por el jefe de policía de Los Ángeles, Daryl Gates, tras la infame paliza a Rodney King, y la única entrevista jamás concedida por el jefe del crimen Lorenzo Nichols, el capo del crack de Nueva York.
Mientras investigaba para un libro de próxima aparición, Dannen descubrió pruebas perdidas en el caso de Calvin Washington, un tejano condenado injustamente por homicidio. Como resultado directo de los esfuerzos de Dannen, Calvin Washington obtuvo un indulto total por inocencia, el primero concedido por el gobernador de Texas, Rick Perry, en virtud de la ley estatal sobre ADN.
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