por Charles Miller

La autenticación en línea es lo que todo el mundo que utiliza el correo electrónico, las redes sociales, la banca en línea, las compras en línea, etc. tiene que hacer para iniciar sesión en casi cualquier cuenta en línea. Los métodos más comunes de autenticación en línea son algo que usted sabe, y algo que usted tiene. Algo que usted sabe es su nombre de usuario/contraseña como se discutió aquí la semana pasada. Cada vez más, la autenticación en línea está empleando algo que tienes, y lo que la mayoría de la gente tiene es un teléfono inteligente.

Una vez más esta semana John Doe está de vuelta para ilustrar cómo funciona esto. (John Doe es más de una persona y todas sus experiencias son factuales, aunque parafraseado para mejorar la legibilidad). Cuando John trató de iniciar sesión en línea en su banco, se le presentó un mensaje explicando que para acceder a sus cuentas en línea ahora tendría que descargar e instalar la aplicación del banco en su teléfono. Dispuesto a hacer eso, John fue a la App Store en su iPhone más antiguo solo para que le dijeran: "Esta aplicación requiere iOS 16 o mayor". El teléfono de John era un regalo de su esposa cuando compró un nuevo modelo de iPhone. El teléfono modelo más viejo de John funcionó bien para él, pero desafortunadamente no era lo suficientemente nuevo para adaptarse al banco.

John pensó que podía instalar la aplicación bancaria requerida en el teléfono de su esposa y usar esa aplicación en su teléfono cada vez que necesitaba iniciar sesión en su cuenta bancaria. Descargó e instaló la aplicación en el iPhone de la esposa y al principio parecía que todo iba a funcionar como se esperaba.

Después de introducir su nombre de usuario y contraseña la aplicación ordenó: "Quítate el sombrero para que podamos ver toda tu cara". ¿Qué? Oh sí, el teléfono inteligente tiene una cámara apuntando hacia adelante y la aplicación del banco tiene permiso para activarlo en cualquier momento. John obedientemente se quitó el sombrero, pero luego la aplicación mostró un mensaje que decía: "Verificamos con AT&T y encontramos que este número de teléfono está registrado a nombre de Jane Doe, no a su nombre. Instale la aplicación en el teléfono móvil registrado a nombre de John Doe y no en un teléfono prestado".

No era una opción cambiar las tarjetas SIM entre el teléfono de John y el de Jane porque los dos teléfonos no eran compatibles, por lo que parecía que John se vería obligado a comprar un teléfono más nuevo para acceder a su cuenta bancaria. John decidió hacer eso, pero luego otro problema surgió porque John usó un número de teléfono celular mexicano. La primera vez que intentó usar la aplicación de su banco en su nuevo teléfono recibió un mensaje diciendo: "No podemos verificar su cuenta de teléfono celular. Compartimos información de clientes con AT&T, Sprint, T-Mobile y Verizon. Antes de que pueda acceder a su cuenta bancaria tendrá que registrarse para el servicio telefónico con una de esas empresas".

Entonces, justo cuando John estaba listo para decidir que nunca podría acceder a su cuenta bancaria en línea de nuevo y tendría que empezar a mantener su dinero debajo de un colchón, descubrió que su banco era capaz de ofrecerle una opción más que podría otorgarle acceso a su cuenta en línea. Su banco fue uno de los que ofrecen la opción de utilizar uno de los métodos más nuevos de autenticación en línea, y uno ideal para expatriados o viajeros internacionales. Para saber lo que John encontró usted debe planear volver a leer esta columna la próxima semana.

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Charles Miller es un consultor informático independiente con décadas de experiencia en TI y un tejano con un amor de por vida por México. Las opiniones expresadas son suyas. Puede ponerse en contacto con él al 415-101-8528 o al correo electrónico FAQ8 (at) SMAguru.com.

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