Según la ley de Memoria Histórica del año 2007, el gobierno español permitió retomar la nacionalidad española a los descendientes de españoles que habían salido del país varias generaciones antes. Y los italianos hicieron lo mismo. Es decir, una persona cuyos abuelos o bisabuelos salieron de Italia o España más de cien años atrás, alrededor del año 1900, podían volver al país.
Estos argentinos quieren instalarse en Italia o en España por las mismas razones que sus antepasados habían salido: movilidad social y ventajas económicas. Retomar la ciudadanía española les da acceso a vivir legalmente no solamente en España sino también en todos los países de la Unión Europea.
Hoy en día muchos países europeos tienen una población anciana muy elevada y una tasa de natalidad baja. Necesitan gente joven. Esta ha sido una de las razones para devolver la ciudadanía a nietos y bisnietos de inmigrantes. Europa necesita gente joven.
Alrededor del año 1900 la inmigración hacia Argentina fue masiva y millones llegaron en busca de una vida mejor en un flujo migratorio que duró casi 100 años (1870 - 1970). Venían a "hacer la América". Tres millones de italianos migraron a Argentina. En el caso de España, los primeros españoles llegaron como colonizadores, pero la inmigración masiva tuvo lugar en los mismos años que la italiana. Dos millones de españoles partieron hacia Argentina. Mientras que los italianos y españoles fueron los que llegaron en mayor número, también hubo alemanes, judíos, rusos y sirios. Entre los años 1880 y 1915 más de 7 millones de europeos se radicaron en Argentina.
El poeta nicaragüense Rubén Darío dio voz a esa ilusión con un poema sobre Argentina llamado Canto a la Argentina. Aquí vienen unas líneas.
Los éxodos os han salvado:
¡Hay en la tierra una Argentina!
He aquí la región del Dorado,
he aquí el paraíso terrestre….
¡Argentina tu día ha llegado!
¡Buenos Aires, amada ciudad…..
Los recién llegados jamás perdieron el contacto con la madre patria. Traían los nombres y las direcciones de parientes y conocidos. Apenas bajaban del barco, los buscaban y se juntaban con gente de su región de origen. Luego, con ellos, formaban asociaciones. Estas asociaciones de ayuda mutua eran de todo tipo: culturales, deportivas, profesionales y más. Hasta nuestros días existen miles de asociaciones en todo el país.
Dos factores facilitaron la integración de los italianos y españoles. Primero, la lengua que para los españoles era la misma y para los italianos, fácil de aprender, y segundo, la religión católica.
Algunos españoles e italianos tampoco estaban seguros si se iban a establecer definitivamente en Argentina. Iban y venían del Nuevo al Viejo Mundo. A éstos los llamaban golondrinas porque la golondrina es un pájaro migratorio que siempre vuelve a su hogar. Algunos seguían el ritmo de las cosechas. Trabajaban en el hemisferio sur durante una temporada y volvían a sus países de origen en barcos llenos de sus compatriotas para cosechar en el hemisferio norte.
Pero la gran mayoría se quedó. Se asentaron en todo el territorio nacional y su impacto ha sido muy importante tanto en la lengua como en las costumbres del país.
La inmigración desde Gran Bretaña fue muy distinta. En el siglo XIX Gran Bretaña era la mayor potencia del mundo. Sus múltiples compañías tenían sucursales en todos los países latinoamericanos. Algunos de los ingleses fueron gerentes de las compañías de ese país, otros fueron personas con dinero quienes, al llegar, compraron tierras, abrieron fábricas e invirtieron en el país.
En Argentina, los ingleses fundaron bancos, construyeron las líneas de ferrocarril, abrieron librerías, transportaron la carne argentina a los mercados europeos.
También trajeron varios deportes como el golf, el polo, el tenis, y sobre todo, el fútbol, hoy la pasión de los argentinos. Fundaron los primeros equipos de fútbol y les dieron nombres en inglés como, por ejemplo, el primer club de Messi, el Newell´s Old Boys.
Mientras que la gran mayoría de inmigrantes buscaba una vida mejor y oportunidades nuevas, los primeros judíos que llegaron venían en busca de libertad religiosa. A fines del siglo XIX varios miles de judíos fundaron colonias agrarias para escapar la persecución que habían sufrido a causa de su religión. Los llamaron los "gauchos judíos".
"Gauchos judíos" *
Hernán (Nano) Drobny, residente de San Miguel desde hace muchos años, nos comparte este recuerdo sobre su familia:
"Mis cuatro bisabuelos por parte de mi madre abandonaron Austria, Ucrania e Inglaterra para radicarse en Argentina. Viajaron en barcos y fueron apoyados por el programa del barón de Hirsch y del barón Rothschild en 1894 y 1895. Habían sido sastres, costureras y comerciantes en Europa. Cuando llegaron a su nuevo hogar en Villa Moisés no sabían ni cultivar ni construir casas. Un pueblo cercano de inmigrantes italianos que se habían asentado unos años antes les enseñó y apoyó para establecerse en su nueva patria. Mis abuelos nacieron allí poco después del principio de siglo".
La sangrienta Guerra Civil española (1936-1939) fue motivo de otro movimiento migratorio. Mientras que las cifras de refugiados hacia Francia y México son mayores, un número importante de refugiados salió para Argentina. Los inmigrantes anteriores habían sido gente de poca educación, la gran mayoría analfabetos, pero muchos de los exiliados políticos de la Guerra Civil eran intelectuales y profesionales.
Un buen número no se quedó en Argentina. Aunque no pudieron volver a España hasta el final de la dictadura, buscaron otros países de asilo.
A finales del siglo XX y principios del XXI llegaron coreanos, bolivianos y más. Solo el tiempo dirá qué tan bien se integrarán a la realidad argentina.
En contraste, Estados Unidos ha recibido más o menos 5,3 millones de inmigrantes italianos. Al igual que los que viajaron a Argentina, algunos no tenían intención de quedarse en el país. Solo querían ganar dinero y volver. Aun así, la mayoría se quedó.
En el caso argentino el movimiento migratorio ha sido más fluido. Han ido y venido de un continente al otro, siempre motivados por dos razones, la economía y la política. De momento, después de pasar varias generaciones en Argentina, algunos han optado por volver a Europa, un aspecto único que ha caracterizado a la inmigración hacia Argentina.
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Eva Neisser Echenberg es una profesora, escritora y presentadora canadiense que pasa los inviernos en SMA. Nacida en Lima, ha vivido en Montreal desde hace muchos años. Además, ha escrito un libro de memorias, Walter's Welcome, the Intimate Story of a German-Jewish Family's Flight from the Nazis to Peru. En SMA, es voluntaria en el museo de arte popular La Esquina, donde ofrece visitas guiadas semanales en esta excepcional galería.
Eva escribe recursos culturales para la enseñanza del español y todos los textos publicados en Lokkal, con los ejercicios correspondientes, están disponibles en Teachers Pay Teachers bajo el nombre Miraflores Cultural Resources. Eva propone que aprender una lengua a través de su cultura facilita el aprendizaje: www.teacherspayteachers.com/store/miraflores-cultural-resources
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